Un gurpo de investigadores estudiaron si la detección del ADN circulante del tumor (ctDNA) después de la resección del cáncer colorrectal (CCR) identifica a los pacientes con mayor riesgo de recaída y, además, si el análisis longitudinal de ctDNA permite la detección temprana de la recaída e informa sobre la respuesta a la intervención.
En este estudio longitudinal de cohortes se utilizaron técnicas de secuenciación masiva paralela (NGS) para identificar mutaciones somáticas que se usaron como marcadores de ctDNA para detectar la enfermedad residual mínima y para monitorear los cambios en la carga tumoral durante un período de seguimiento de tres años.
Gracias a este estudio se pudo comprobar que la detección postoperatoria de ctDNA proporciona evidencia de enfermedad residual e identifica a los pacientes con un riesgo muy alto de recaída. La vigilancia longitudinal permite la detección temprana de la recaída e informa sobre la respuesta a la intervención. Estas observaciones tienen implicaciones para el manejo postoperatorio de los pacientes con CCR.