Un test genético de 21 genes analiza pacientes con cáncer de mama precoz para obtener resultados de posibles recidivas y recibir en ese caso, terapia adyuvante. Entre estos pacientes el 39-67% son clasificados de “riesgo intermedio” y reciben por lo tanto un tratamiento más ambiguo. Por esta razón desde 2012 a 2015 se realizó un estudio prospectivo con un test genético de 70 genes (MammaPrint) con un total de 840 pacientes con cáncer de mama precoz y clasificados como “riesgo intermedio” por el test de 21 genes, con el fin de poder estratificar mejor los grados de riesgo y ayudar al médico en la toma de decisiones terapéuticas. Entre los 840 pacientes que se sometieron al estudio, el perfil de 70 genes (edad media, 59 años; rango, 27-93 años), los clasificó de “bajo riesgo” 374 (44.5%) y de “alto riesgo” 466 (55.5%) pacientes. Entre los pacientes de bajo riesgo, a 108 de 374 (28.9%) se les quitó la quimioterapia de sus recomendaciones de tratamiento; entre los pacientes de alto riesgo, 171 de 466 (36.7%) recibieron quimioterapia. Los datos aportados por este estudio ayudaron en las recomendaciones de tratamiento adyuvante, tanto en los pacientes estratificados de bajo riesgo como de los pacientes de alto riesgo, afianzando la confianza de los clínicos en la utilidad del ensayo genético de 70 genes. Lo que llevó a la conclusión que el test de 70 genes no sólo ayudó a estratificar mejor a los pacientes de riesgo intermedio clasificados por el test de 21 genes sino que a ayudó en las decisiones de tratamiento y en la confianza del clínico.
https://jamanetwork.com/journals/jamaoncology/fullarticle/2659379